Fondón ha estado hoy en casa, que es la suya también. Ha visto nacer y crecer al museo, primero como itinerante y actualmente como Museo Extremeño del Deporte en Badajoz. Es de esas personas con las que conectas rápidamente, además de por afinidad y pasión deportiva, por su enorme sencillez y clase. Juan Luis es un gran tipo en la sombra que se alimenta del cariño de sus alumnos. Disfruta al máximo de su trabajo en Cáceres, inyectando esa ilusión por el deporte a todas y todos los que tienen la suerte de tenerle como profe. Fondón fue portero de elite de fútbol sala e incluso de fútbol en equipos como el Cacereño en la época de los gatos, los que defendían porterías sin medir cerca de dos metros. Ya nos visitó en la inauguración pero no fue igual compartir el museo con más de 500 que sólo con su inseparable y encantadora Bea. Aquí está su mítica camiseta en la AD Extremadura y un montón de buenos momentos compartidos en estos años, desde Acehúche a Badajoz pasando por Cáceres. Una suerte para el deporte extremeño contar con personas como Juan Luis Fondón.
