Cumple medio siglo un extremeño de Valencia, uno de los mejores entrenadores de la historia del fútbol regional, el técnico de los ascensos, cuatro a Segunda B y tres a Tercera, el hombre que motiva a sus jugadores como nadie para que se dejen la piel sobre el césped del Nuevo Vivero. Un preparador que sin parecerse a Helenio pero teniendo a Herrera, aplica a la perfección las dos haches -honestidad y humildad-, además de sellar un Badajoz inimitable en la presión, intensidad y esfuerzo.
Juan Marrero nos recuerda casi en cada rueda de prensa que el fútbol "es el deporte del lunes", logra que su equipo de el mil por cien, analiza a los rivales a la perfección y además de su talento y experiencia, transmite una ilusión que marca a los que le rodeamos. Con su carácter y liderazgo, el Badajoz lleva un año nadando con estilo y oleaje, pendiente siempre este padrazo de la Universidad de Akron en donde su hija Paloma sigue haciendo historia en la natación en Estados Unidos. Y es precisamente lo que su padre también hace, mantener a los blanquinegros unidos para llegar a la victoria. No sé cuánto tiempo durará el placer de tenerle en el banquillo porque el fútbol es caprichoso y olvidadizo pero tras brillar en Almendralejo, y poner más luz en Arroyo, disfrutan a partes iguales el Club Deportivo Badajoz y él. Mientras nos demuestra cada día que se puede ser grande y cercano a la vez, sigue luchando con sus jugadores por los puntos de la permanencia. No hará falta llegar a 50 como él en este día. Que el trabajo te acompañe. Muchas felicidades Juan Marrero.
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